«Tiempos de políticos gestores y el adiós del político vendedor»
Si todo sale como debe salir y aprendemos de nuestros errores, tanto en Occidente como en Oriente, esta podría ser la última pandemia descontrolada de origen vírico o biológico. Quizás la siguiente sea una pandemia por nanorobots originada por un escape en laboratorios de «Putiningrado», quién sabe…
Lo que estamos observando son políticos desbordados en prácticamente todo el orbe, salvo honrosas excepciones en algunos países. Esto posiblemente se deba a la tendencia actual de tener políticos ideológicos sin mucho sustrato, que ofrecen promesas imposibles y vaguedades múltiples. Esa venta de producto ideológico se compraba como un bien barato, de fácil comercialización, que hace sentir bien a muchos en ambos extremos del espectro político. Sin embargo, cuando se presenta una crisis como esta, hacen falta buenos gestores, y posiblemente, después de algunas medidas populistas que veremos aquí y allá, estos acabarán imponiéndose en la mayoría de los lugares.
Es inviable que por ahorrarse costes sanitarios se promocionen medicinas alternativas o tradicionales, o se ingieran sin control animales, sabiendo ya que en una década ha habido tres casos que han puesto a la humanidad en situación de humildad. Pasarán años hasta volver a la normalidad, pueden ser pocos o muchos dependiendo de si optamos por el pragmatismo o nos dedicamos a dar nuestra confianza a cínicos vendedores de humo.
Aquí estamos siendo bastante sinceros y nos vendrá bien para un análisis realista cuando esto acabe. Si bien es cierto que nuestra comodidad de solo leer y escuchar lo que nos agrada puede darnos la sensación de que esto fue algo totalmente imprevisible – que lo es -, no es menos cierto que hubo indicios para mitigar los efectos.
Lo que necesitamos es cooperación entre todos y flexibilidad, evitando medidas que generen rigideces de las que nos podamos arrepentir, tanto a nivel nacional como internacional. Europa es el caso que debe mostrar flexibilidad ante un hecho que puede ser crucial para su existencia. Unas pocas y baratas medidas de países a nuestro oriente, muy visuales, son un marketing estupendo, mientras que los organismos de la UE se están mostrando fríos y distantes. Si esto sigue ocurriendo semana tras semana, la única forma de dar un impacto visual severo será ver a Ursula von der Leyen con un cheque gigante al estilo lotería estadounidense para los países más castigados por el coronavirus.
La cooperación flexible entre todos también incluye a nuestro país, que está tomando medidas que, cuando esto acabe, podrían ser devastadoras. Solo espero que por fin escojamos a nuestros representantes en un futuro próximo por ser buenos gestores, independientemente de las siglas, y dejemos de ser compradores compulsivos de ideologías solo por nuestra comodidad mental.
Ya va siendo hora de dejar de creernos tan listos, abandonar la superioridad moral de tantos y hacer piña. Ni creerse tan listos, ni creerse tan buenos; es momento de madurar y ser responsables.


Deja un comentario