2º «La Luz de Yamaguchi»

Capítulo 2

1453 De la Universidad Imperial De Kioto Kioto, Japón 9 de febrero de 1999

Estimado Dr. Fiodor Kadawish:

Mis manos tiemblan mientras escribo estas líneas. Sus revelaciones han abierto una grieta en mi comprensión de la realidad, una fisura por la que se filtran verdades que preferiría no conocer. El shock inicial ha dado paso a algo más profundo: un terror ancestral que parece residir en los rincones más primitivos de mi mente.

Tras informar al Decano Hikari de mi partida, noté algo peculiar en su mirada, como si él también supiera algo, como si el mero acto de solicitar la excedencia hubiera despertado algo dormido en los pasillos centenarios de nuestra universidad.

La leyenda de Yamaguchi que he encontrado… profesor, no puedo dejar de pensar que no es coincidencia. La luz roja pulsante, ese fenómeno que ustedes presenciaron, tiene raíces que se hunden en las profundidades de nuestra historia como una antigua maldición. Los relatos de los pescadores… ¿sabe? He visitado los archivos más antiguos de la universidad, documentos que rara vez ven la luz. Las descripciones del zumbido coinciden palabra por palabra con su experiencia, como si algo hubiera estado esperando pacientemente durante siglos, manifestándose en momentos precisos de la historia.

Desde que comencé esta investigación, la sensación de ser observado se ha vuelto insoportable. No es paranoia, profesor. Los pasillos de la universidad parecen más largos, más oscuros. Las sombras… las sombras se mueven cuando no deberían. A veces, cuando trabajo hasta tarde en mi despacho, escucho susurros en un idioma que no debería existir.

El barco tortuga coreano que mencioné… hay algo más. En los antiguos pergaminos que describen su construcción, hay símbolos, profesor. Símbolos que no pertenecen a ninguna escritura conocida, pero que he visto repetidos en sueños desde que comencé esta investigación.

[Extracto del telemensaje – Aeropuerto de Moscú]

La vista de los aviones cohete y los dirigibles germanos me produjo una sensación de desasosiego. Hay algo perturbador en la manera en que sus sombras se proyectan sobre el suelo, como si fueran las siluetas de criaturas mucho más antiguas y terribles que cualquier invención moderna.

[Entrada del diario personal]

Los sueños… profesor, los sueños se están volviendo más vívidos, más reales. La fortaleza que vi, con su geometría imposible y ese abismo central… los cristales rojos pulsaban con la misma frecuencia que la luz que ustedes encontraron en el sótano. Los hombres de blanco, sus tatuajes… he estado investigando, y hay registros de una secta antigua que realizaba rituales similares en las montañas de Hokkaido. Todos sus miembros desaparecieron en una sola noche, dejando solo símbolos tallados en las paredes de sus templos.

Pero lo más perturbador fue el sueño dentro del sueño. Esos hombres calvos… sus ojos… había algo en ellos que sugería un conocimiento más allá de lo humano, una sabiduría terrible que ninguna mente mortal debería poseer. Cuando intentaron hablar, sentí como si el tiempo mismo se detuviera, como si el universo contuviera el aliento en anticipación de una verdad demasiado terrible para ser pronunciada.

El té del monte Aino-Dake que traigo conmigo… las ancianas que lo preparan dicen que protege contra los sueños oscuros, pero tengo mis dudas. ¿Y si estos sueños no son simples manifestaciones de nuestra ansiedad? ¿Y si son mensajes, advertencias de algo que ha estado observándonos desde las sombras de la historia?

Profesor, mientras me acerco a San Petersburgo, siento que cada kilómetro me acerca no solo a usted, sino a algo más antiguo, más terrible. La esfera de mi sueño, ese fragmento faltante… tengo la terrible sensación de que pronto descubriremos su significado.

Con creciente inquietud, Dr. Akio Muraki

P.D.: Si nota cambios en mi comportamiento cuando nos encontremos, si digo o hago algo fuera de lo normal, por favor, no dude en tomar las medidas necesarias. Hay fuerzas en movimiento que superan nuestra comprensión, y temo que ya hayan comenzado a afectarme de maneras que apenas estoy empezando a entender.

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